La presión de padres y profesores para que el niño adquiera en Infantil competencias para las que no está preparado puede dañar su autoestima y provocar fracaso escolar. M. Ángeles González |
El paso de Educación Infantil a Primaria supone un
cambio importante para los niños y trae de cabeza a muchos padres. Las dudas e
inseguridades acerca de los conocimientos que debe haber adquirido el pequeño
para llegar preparado a la nueva etapa provoca intranquilidad y angustia en
numerosos progenitores. No es raro que haya quien piense que su hijo está
condenado al fracaso escolar por no dominar la lectoescritura, la suma o la
resta. Entonces llegan las preguntas a los maestros en las tutorías, donde les
transmiten sus inquietudes muchas veces después de haberlas comentados con
otros progenitores del mismo u otro colegio que presumen de que sus niños ya
son capaces de escribir y leer perfectamente.
EL CURRÍCULO:
En el segundo ciclo de Educación Infantil «se propiciará el acercamiento de
los niños y niñas a la lengua escrita como instrumento para expresar,
comprender e interpretar la realidad a través de situaciones funcionales de
lectura y escritura. Asimismo, la resolución de problemas cotidianos será la
fuente para generar habilidades y conocimientos lógicos y matemáticos. Se
fomentará, igualmente, la expresión visual y musical. En el último año,
especialmente, se contemplará la iniciación de las niñas y los niños en una
lengua extranjera y en la utilización de las tecnologías de la información y
comunicación». Se permite su posterior desarrollo y concreción por parte de los
equipos educativos.
OBJETIVO
La Consejería de Educación fija como tarea de
la educación infantil que los niños «progresivamente aprendan a aprender». La
finalidad es «contribuir al desarrollo físico, afectivo, social e intelectual
de los niños». Desarrollará las capacidades y competencias necesarias «para su
integración activa en la sociedad», adquirirá autonomía en la práctica de
hábitos básicos de salud y bienestar.
LECTOESCRITURA
«En esta etapa se pretende que
progresivamente niños y niñas descubran y exploren los usos de la lectura y
escritura como fuente de placer, fantasía, comunicación, representación e
información, despertando y afianzando su interés por ellos». Aprenderán las
convenciones del sistema de escritura: linealidad, arbitrariedad..., e
identificarán letras y palabras muy significativas como su nombre propio y el
de algunas personas que los rodean. Sus mensajes «serán cada vez más precisos,
convencionales y legibles». Hay que intentar comprender el particular proceso
de aprendizaje de cada uno de los niños.
Y aunque la 'seño' repita que cada estudiante lleva su
propio ritmo y que nunca hay que hacer comparaciones, muchas veces sigue
quedando esa sensación de inseguridad. En el peor de los casos se traslada al
menor en forma de presiones que pueden ser contraproducentes y provocarle una
bajada de la autoestima si el alumno no está todavía preparado para adquirir
las competencias que se le exigen. Así lo advierten varios expertos consultados
por SUR, que coinciden en que en la etapa de Infantil debe perseguirse que el
niño esté preparado cognitivamente para desarrollar en el futuro otros
aprendizajes como el de la lectoescritura. Esto quiere decir que no tiene por
qué saber leer y escribir al llegar a Primaria, aunque puede hacerlo si el niño
está preparado para ello y él mismo lo reclama, mostrando abiertamente su
interés hacia los libros o lo que pone en carteles que ve por la calle, por
ejemplo.
Un niño no tiene por qué saber leer y escribir al
terminar Infantil si no está preparado para el.
Como explica el catedrático de Didáctica y
Organización Escolar de la Universidad de Málaga (UMA) José Ignacio Rivas, la
preocupación de algunos padres puede resultar lógica porque el sistema
educativo español y la propia sociedad exigen a los niños determinados
conocimientos en etapas en las que no están en disposición de adquirirlos,
fundamentalmente en lectoescritura. Y ello a pesar de que la escolarización en
Infantil no es obligatoria y de que el currículo aprobado por la Consejería de
Educación establece que en el segundo ciclo de esta etapa (de 3 a 5 años) sólo
se realizará un «acercamiento» a esta y otras materias.
También se dice que «la resolución de problemas cotidianos
será la fuente para generar habilidades y conocimientos lógicos y matemáticos».
Por último, se estipula que se fomentará «la expresión visual y musical» y en
el último año, especialmente, «se contemplará la iniciación de las niñas y los
niños en una lengua extranjera y en la utilización de las tecnologías de la
información y comunicación».
Esto, sin embargo, en líneas generales choca con la
realidad que se vive en los centros escolares, según Rivas, que advierte de que
el hecho de que la educación se oriente para preparar al niño para el nivel
siguiente «olvidándose de la esencia del actual» provoca esas presiones «que
abonan el terreno para la segregación» cuando llegan a Primaria al poder
existir diferencias notables entre los alumnos de un mismo grupo. «Hay niños
que se quedan atrás y ahí puede empezar el fracaso escolar», alerta.
Diferencias:
Este experto recuerda que la lectoescritura “requiere
de estrategias y elementos de tipo cognitivo para los que no todos los niños
tiene la madurez suficiente», explica. En este sentido, la directora del centro
educativo terapéutico Educar-T y maestra en pedagogía terapéutica, Patricia
Montero, añade que además hay que tener en cuenta la edad biológica: «En una
misma clase puede haber niños con casi un año de diferencia».
«Obligar a que un niño empiece con la lectoescritura antes de tiempo
puede provocarle rechazo e influir negativamente en la autoestima del niño»,
afirma José Ignacio Rivas, que apunta que en el envidiado sistema educativo
finlandés «empiezan con la lectoescritura a los siete años». En España, según
el currículo establecido por la administración educativa, deben tener
adquiridas estas competencias de forma completa así como dominar las
operaciones de cálculo básicas al terminar segundo de Primaria.
«En Infantil lo
que pueden hacer son actividades de precálculo y jugar con números», dice.
Según este catedrático, para tranquilidad de los
padres «la lectoescritura es muy sencilla y cuando un niño tiene capacidad para
aprenderla y está estimulado lo hace en poco tiempo». Lo correcto es que al
llegar a Primaria el profesor «se adapte al nivel y madurez de cada uno de los
alumnos». En la etapa anterior, entre los tres y los seis años, lo que hay que
conseguir es que el pequeño tenga una actitud positiva ante la escuela y la
educación, «vivir experiencias que le permitan estar bien y tener confianza».
En definitiva, «que le guste el colegio y adquiera unas competencias muy
básicas, no tiene que saber nada en concreto».
“Hay que dejarle
disfrutar del verano y que descanse, ya tendrá tiempo de trabajar”
Coincide con esta tesis Patricia Montero, que defiende
que el objetivo de Infantil es preparar cognitivamente a los pequeños para el
aprendizaje de la lectura y escritura en Primaria. Sin embargo, en los últimos
tiempos en líneas generales ha aumentado el nivel de exigencia de los
profesores debido fundamentalmente, según esta experta, «al material elaborado
por las editoriales, que condicionan el aprendizaje de forma prematura». «Van
metiendo desde más temprano libros y material que los niños no necesitan,
introduciendo libros de texto desde las guarderías, cuando ahí lo que hay que
trabajar es la psicomotricidad y la estimulación», argumenta.
Según ella, la competencia de la lectoescritura debe
adquirirse en Primaria. «En el primer curso la lectura es automatizada y
literal, y en segundo comprensiva», explica.
El hecho de forzar a un niño a aprender algo para lo
que no está preparado puede ocasionarle pérdida de autoestima, «problemas de
conducta y en las habilidades sociales y que no quiera ir al colegio». «Los
padres quieren lo mejor para nuestros hijos y que sobresalgan sobre los demás y
piensan que si saben leer y escribir antes son más inteligentes, pero no tiene
por qué ser así», afirma.
Qué hacer este verano
Su recomendación para este verano es que el niño
adquiera una rutina de realizar actividades durante unos 15 minutos al día,
centrándose en la psicomotricidad fina con juegos con plastilina, por ejemplo,
que le servirá a la hora de escribir, y en afianzar conceptos básicos de
preescritura como la lateralidad. También es recomendable que aprenda a coger
bien el lápiz, coloree dibujos sin salirse y repase los colores y las formas,
las letras y los números. «Hay que dejarle disfrutar del verano y que descanse,
que ya tendrá tiempo de trabajar cuando empiece el curso», señala.
Por su parte, Rivas aconseja a las familias «que se
relajen» y no vivan el paso a Primaria «como una losa». «Sólo tienen que
preocuparse de que su hijo sea más feliz, porque si está contento y relajado va
a sacar buenas notas; hay que mirar el aprendizaje a largo plazo», afirma.
Hola: está muy bien conocer qué conocimientos tiene que tener el niño cuando llega a Primaria... no me gusta que los agobien con temas que no les corresponden por edad. Seguimos en contacto
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